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Los denominados "anti-shoes" son unos zapatos que imitan el estilo de andar de los "massais" (creo que se escribe así). Tienen la suela como un barco, y al andar te obliga a mantener recta la espalda y rígidas las piernas, de manera que andando también haces un poco de ejercicio. Esto, a diferencia de las pulseritas, tienen su explicación "científica", además de estar recomendado por numeroso personal sanitario.
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Pues bien, como soy una persona aventurada en aquello de probar chismes nuevos, me he comprado unos. Por cierto, carísimos. La Seguridad Social paga muchas tonterias a lo largo del año, además de carísimas, ya podrían recetar los zapatitos. En resumen, funcionan. Al principio te encuentras raro, como un pato mareado, pero una vez que los llevas y te haces a ellos, no puedes quitártelos. Son cómodos, te quitan mientras los llevas el dolor de espalda y además si andas mucho con ellos, te dan agujetas. Si tenéis problemas de espalda, os animo a que los probéis. Por cierto, no me llevo comisión alguna, que con esta publicidad tan magnífica, parece que los vendo yo.
Terrible .... Al Carlos le vamos a llamar el "Balancines".... mae mia
ResponderEliminar¡Qué me dices! Y luego criticas mis botas rockeras... Ya te vale.
ResponderEliminarNo tiene punto de comparación, yo tengo la espalda mal (otra enfermedad) lo tuyo es una provocación a la sociedad en la que vivimos
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