El Cuaderno de Carlos Sánchez

Hace unos días un ex-dirigente socialista -hoy militante base del PSOE-, me comentaba que en Almería era necesario que el PSOE de la capital pasara unos años por un desierto electoral para darse cuenta de los errores que estaban cometiendo.

Hoy, en un capítulo más del esperpento que viven los socialistas, ha dimitido el concejal, ¿candidato? Antonio Cantón. Las acusaciones de Nono Amate son el argumento para su dimisión. Afortunadamente los almerienses no somos tontos. Cantón ha dimitido porque ya le han comunicado que no es el candidato y el hombre ha debido pensar "para lo que me queda en el convento, me .... dentro". Después de enterarse por la prensa que sus compañeros se reúnen en cafeterías para cargárselo y el pasa por la puerta y ni lo huele, es difícil mantenerse en pie si no tienes la fuerza suficiente para aguantar el tirón. Y Cantón no la ha tenido. Por cierto, para ser Alcalde se requiera de esa fortaleza.

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El resumen de todo es que hasta octubre no nos dicen si el candidato es Usero, Pérez Navas o Cabeo. Pero lo realmente llamativo de esto no es ya el candidato. ¿No se dan cuenta de que en Octubre un candidato con aspiraciones ya tiene que haberse pateado la ciudad como alcaldable, al menos diez veces?

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No tienen ganas de gobernar, ni fuerzas ni esperanzas. Y lo entiendo, a nadie le gusta tirarse al campo de juego sabiendo que enfrente tienes a un miura de la política local como es Luís Rogelio. No obstante, queridos simpatizantes del Partido Popular, relajación cero. Somos conocedores de que siendo favoritos, tres días antes de las elecciones pasa algo, y todo se va al traste. Así pues, a seguir trabajando con mas energía que nunca...